Hay un libro de Oscar Terol, titulado " Ponga un Vasco en su Vida", os lo recomiendo por que esta genial y de paso te pasas un rato agradable. Pero yo tengo una versión que se titula " Ponga un Cura en sus Vacaciones" . Situación, decide usted hacer un viaje con su pareja por Canada y Estados Unidos. Como en todos estos circuitos de varios dias por el extranjero, usted va acompañado por un grupo mas o menos nutrido de gente que no conoce y con los que tiene que compartir uno de los momentos mas especiales del año como son sus vacaciones. Los grupos estos y lo digo por experiencia, suelen estar formados en su mayoria por matrimonios mayores o parejas de recien casados, y en raras ocasiones alguna famila que viajan padres, hijos y en alguna ocasión, la suegra. El primer dia es un poco de tanteo, observas, escuchas y normalmente te vas acercando a los que piensas que son mas afines. En los dias sucesivos comienzan las simpatias y las antipatias, segun los comportamientos. De pronto te fijas en un par de señores mayores, que te recuerdan a tus abuelos, que viajan solos (bueno, solos no, con el grupo. Ojala hubieran ido solos) y observas que siempre viajan en el bus en los asientos delanteros y que no rotan como el resto, y dices !bueno, son personas mayores y vamos a dejarlo pasar¡. Pero llegas a comer y resulta que tambien estan siempre los primeros, y aqui ya empiezas a calentarte un poco. Las cosas empiezan a calentarse mas cuando uno de ellos te interrumpe en tus conversaciones con otros compañeros del grupo para que le hagas una foto ante el paisaje o monumento de turno, y una vez te dices, oye a lo mejor luego le tengo que decir yo a el que me haga una foto el a mi, pero llega la segunda, y la tercera y la cuarta, y ya te crees que eres un paparazzi. A todo esto observas que la camara es de la epoca de Pedro Picapiedra, y piensas que si saldra alguna foto de esa camara. Y de pronto, y asi como el que no quiera la cosa, te enteras que son curas, !!! con la iglesia hemos topado !!!, joder con el clero, que viajes se pegan. A nosotros nos cuesta estar ahorrando todo el año despues de estar currando la ostia (bueno, ultimamente yo no he currado mucho, pero por circunstancias), y estos, que siempre estan llorando por que viven de la caridad de sus feligreses, se pegan un viaje de mas de 3000 euros por barba. Pues una de dos, o los feligreses son la ostia de generosos o el cepillo da mucho de si. Pero vamos a las actitudes durante el viaje. En las comidas, consiguieron que hasta los que no eran creyentes, rezaran, si, rezaban para que no les tocaran los curas al lado, y los que ya creian casi se hacen ateos al ver la actitud de los dos buenos señores. Decir que comian mucho seria quedarse corto, en vez de dos curas parecian dos pirañas del rio Orinoco. Como te descuidaras y la comida de ese dia fueran platos a compartir entre varios, ya podias estar espabilado como los tuvieras al lado. Parecian concursantes de los programas estos de television en el que el primero que aprieta el boton contesta, pues asi era para comer, cuando hibas a coger algo lo primero que tocabas era la mano de uno de los reverendos. En el autobus eran como una pieza fija del mismo, mirabas al montarte y alli estaban,en el mismo sitio que el dia anterior, al igual que el volante, el espejo retrovisor o las pantallas de television. Ah!, y a veces me hacia una pregunta, ¿se habran leido bien las sagradas escrituras?, por que Jesus digo al repartir el pan el la ultima cena ¡tomad y comer todos de el!, y ¡ coño ! estos se lo comian ellos solos. Como para mandarles a un pais africano a llevar alimentos, pobres niños, ya no solo que se comieran sus alimentos, si no que debida a la escasez se terminaran comiendo a los niños. Luego estaba cuando visitabamos algunas iglesias, yo creo que nos tenian vigilados, he iban anotando en una agenda quien se santiguaba y quien no, sera para pasarlo luego al obispado y que nos excomulgen a los que no lo hacian. Ahora, todo tiene su lado positivo, durante el viaje uno de ellos cumplio años, y tuvo la generosidad de hacernos el un regalo a los demas compañeros de viaje, una estampita de un santo de alli, estampitas que les habia birlado a compañeros de oficio en una iglesia que habiamos visitado. Pasado los primeros dias uno se iba enterando de cosas, y nos enteramos que uno de ellos era diabetico, que yo la verdad y aunque no sea una cosa para reirse, no me quedo muy claro, yo me preguntaba, habra dicho que es diabetico o que un dia se hizo betico. Pero no, del Betis creo que no era, asi que no me explico como este hombre no se cuidaba con las comidas, el caso es que el resto del grupo deseabamos que nos pusieran dulces de comer, a ver si con un poco de suerte no metia mano en la comida. Habitualmente paco y yo nos sentabamos a comer con unos amigos que hicimos durante el viaje, un matrimonio de Madrid y su hijo, Joaquin, Ana y Carlos, y la verdad que cada vez que quedaban huecos en la mesa temiamos que los padrecitos se sentaran con nosotros. Hasta que aparecio........... La Sargento Ana. Recuerdo que un dia comiendo el un sitio que se llamaba Cheff Dani, estabamos los 5 sentados y quedaban sitios en nuestra mesa, y como era de esperar los señores curas se sentaron con nosotros y para mas inri, nos pusieron platos a compartir. Y los curas, venga que te venga a meter mano en el plato a velocidad de vertigo,parecian magos por la velocidad con la que movían las manos, hasta que aparecio la Sargento Ana y a la voz de ¡¡¡¡ AAAAARRRRR!!!!, les quito las ganas de seguir comiendo sin tino y sin dejar a los demas meter mano en la comida. Yo creo que de la forma que lo dijo a uno de ellos se le corto la digestion. La mala noticia es que el suceso llego al Vaticano y a dia de hoy Ana a sido excomulgada. La verdad es que ya estabamos un poquito hartos de ellos, y un dia que estabamos esperando al autocar, me acerque a uno de ellos y le pregunte, padre, ¿el cielo esta muy lejos?, si hijo muy lejos, !ah¡, ¿pero muy lejos muy lejos?, si hijo, mira, si Dios desde el cielo tirara un piedra, tardaria 100 millones de años, 11 meses, 2 semanas, 5 dias, 18 horas, 45 minutos y 30 segundos, ¡ ostias !, digo ¡ jolin !,diculpe padre por el taco pero es que me ha impresionado, pues si que esta lejos el cielo. Pues sabe lo que le digo padre, ¿dime hijo?, me contesto el, pues mire, si Dios a las 13:55 suelta un cura desde el cielo a las 14:00 esta sentado comiendo con nosotros, ¡ y hala ! otro excomulgado mas, pero bueno, la verdad que a mi me hicieron un favor, por que llevo tiempo intentando apostatar y no habia forma. Y si no teniamos bastante con los curas, aparte para darle mas emoción a nuestras vacaciones, estaba el Comando Aragón, cuyo cabecilla era conocido como Shrek. Estos junto a los curas tenian los asientos delanteros del autocar siempre ocupados por ellos, asi que llegado el momento nos tuvimos que organizar en especie de guerrillas para intentar llegar los primeros al autocar. Mientras Ana, Isa y Joaquin bloqueaban a los maños, Paco, Carlitos y yo nos tirabamos como kamikazes al abordaje del bus, yo me senti cual Jack Sparrow asaltando la Perla Negra. Lo mejor era ya una vez arriba y conseguido nuestro objetivo, el verles las caras, sobre todo a ellas que tenian cara de ir todo el dia oliendo a mierda, y en el fondo te salia un !!!Joderos¡¡¡, que hoy viajais en cola. Se me olvidaba lo de las comidas tipo buffet, esas eran de ordago a lo grande. Uno se colocaba ordenadamente en la fila, con tu plato para coger la comida, y de pronto en un movimiento rapido, sentias como alguien cual un Sergio Ramos cualquiera, se te anticipaba previo codazo en el estomago (lo del codazo en el estomago mas propio de Ramos que la anticipación) y se colocaba delante de ti sin inmutarse, ¿adivinais quien?, pues no, no era un turista japones, eran uno o dos curas. Asi de divertido resulto nuestro viaje por Canada y los EEUU, si usted viaja en circuito por algun pais del mundo, que sea acompañado por curas y un grupo de baturros mal educados, lo pasara pipa. Y por cierto!, si le gustan los lugares reconditos (no se que cojones quiere decir esto), vaya a conocer Chicoutimi.
24 de Noviembre de 2008
Antonio Armero Rodriguez
