viernes, 19 de septiembre de 2014

LECCIÓN DEMOCRÁTICA

Ahora, que tan de actualidad está en nuestro país lo de la consulta independentista que el Gobierno encabezado por Artur Mas quiere llevar acabo en el mes de noviembre en Cataluña, y la amenazas del gobierno de España, dirigido por el Popular Mariano Rajoy de suspender la incluso la autonomía si este te llevase a acabo, ya que nuestra Constitución no lo permite, llegan en el Reino Unido y dan la oportunidad a los escoceses de celebrar un referéndum para decidir si estos quieren seguir perteneciendo al Reino Unido o no. Y en esas elecciones celebradas ayer ,con una gran participación (más de un 80 %) y sin ningún tipo de incidente, los escoceses, aunque por un estrecho margen, deciden que quieren seguir perteneciendo al Reino Unido. Todo sin incidentes y en una gran lección democrática. Aquí, después de casi 40 años, tenemos una democracia que en algunos aspectos no es que esté en pañales, sino en pelotas. Con una Constitución que debería de ser revisada y reformada en muchos aspectos, incluso en donde el pueblo puedo elegir el sistema político que rija la nación, ya que la monarquía parlamentaria fue consensuada por los partidos políticos, pero no elegida a voluntad de una gran parte del pueblo, aunque fuese refrendado en unas votaciones, ya que por aquel entonces no quedaba otras. Yo soy madrileño. Mis padres eran madrileños y mis abuelos asturianos por parte materna y manchego y madrileña por parte paterna. Eso no quiere decir que no pueda tener mi opinión, ni cerrarme en banda en lo que pueda sentir un ciudadano de otra región o país. Pero creo que tampoco soy nadie para decidir sobre su destino, por muy compatriotas míos que sean, ya que yo no se el sentir de unas gentes que viven el día a día de unas tierras que están a 600 kilómetros de las mías. ¿ Qué me puede afectar la decisión que tomasen ?. No creo que tanto como a ellos. Y parece que pensar así ya te hace menos español y te tachan de antipatriota, pero creo que los que piensan así se equivocan. Yo quiero una Cataluña y una Euzkadi dentro de España, y no por un sentimiento patriota de esos arcaicos, sino porque creo que así somos un país más fuerte, y porque no creo en las fronteras. Porque creo que las personas somos más fuertes más allá de banderas y escudos. Porque como se suele decir, la unión hace la fuerza. Pero no solo en este tema referido a conflictos dentro de un mismo país, sino entre países. Por ejemplo, una Europa unida, siempre será más fuerte que una Europa que no lo esté. Dicho esto, no es óbice para que las naciones y el ser humano sea más libre y justo cuando a uno le dejan elegir su propio destino, como ha sucedido ahora en Escocia. Se que habrá mucho listo que dirá que son casos distintos, ¿pero en que se basan? ¿en los libros de historia que a ellos les interesa? ¿en una sola parte de la historia?. Me hace mucha gracia cuando algunas personas para atacar a los independentistas catalanes colocan mapas de España de la época de los Reinos y destacan el Reino de Aragón para reseñar que Cataluña nunca existió como país. Y me pregunto yo, ¿qué pasa con la España, o para ser más exactos, la península Ibérica anterior a los Reinos?. Y otra cosa, ¿qué argumentos esgrimirían estos si los que reclamasen la independencia fuesen los aragoneses? ¿qué mapa pondrían?. Sinceramente creo que sería bueno para la salud democrática de nuestro país tomar ejemplo del Reino Unido, ya no solo en este tema de la elecciones de Escocia, sino en muchas más cosas. ¿A qué teme el gobierno español con un referéndum en el que catalanes o vascos pudiesen decidir sobre su destino?. Pienso sinceramente que en ambos casos sucedería lo que ha pasado en Escocia. Ganaría, aunque fuese por estrecho margen el seguir unidos al resto del estado. Pienso que mucho de los votantes de CIU o del PNV, por poner dos ejemplos de los dos lados, que hoy luchan por ese derecho a decidir, votarían por seguir unidos a España, por cuestiones lógicas de intereses comunes y porque nadie tira piedras contra su tejado. Porque en el fondo saben que tienen más que perder que ganar. Pero por otro lado, quieren poder tener ese derecho a decidir que ahora se le niega. Aún con sus defectos, que también los tienen, deberíamos de aprender muchas cosas de británicos, alemanes y franceses. Uno no es más patriota por llevar pulseritas con los colores de la bandera de su país o por sacando la bandera para defender intereses partidistas. Uno es patriota cuando hace políticas que ayudan a su país a avanzar y a prosperar, y los ciudadanos respaldándolas, no cegándose con el pasado rancio. Es mi humilde opinión. Antonio Armero Rodríguez

miércoles, 29 de enero de 2014

BILBAO, EL ATHLETIC Y YO

Hacía mucho tiempo que no escribía en mi Blog, el del la Peña, la falta de tiempo y de ganas me hizo que le abandonase. Pero mi vuelta a Bilbao, la ilusión de ver el nuevo San Mamés y que muchos amigos míos aun no se explican mis vínculos con el Bocho, me hacen escribir este articulo. En 2004 en un viaje a Alemania conocí a unas bilbainas con las que aun hoy nos una una buena amistad, que cuando empezamos hablar y fueron viendo mi pasión por su ciudad alucinaban. No entendían como un madrileño podía tener esa pasión por su ciudad. Y más cuando en las cervecerías alemanas me ponía a cantar bilbainadas y casi me conocía más que ellas y mejor. Al cabo de los años bromeaban y decían que iban a hablar con Azkuna (Alcalde de Bilbao) para que me hiciese hijo predilecto de la ciudad. Mi relación con el Athletic y con Bilbao, o viceversa, viene desde que era un niño. No me une ningún vinculo sanguíneo, ya que mi padres son madrileños (mi madre ya hace años que falleció), mis abuelos maternos asturianos, y los paternos, la abuela madrileña y el abuelo manchego, es decir que por ese lado nada de nada. Por el lado futbolístico más o menos puede estar claro el que a mi padre además del Real Madrid del que es socio desde hace más de 60 años, siempre le a tirado el Athletic, siempre ha sentido simpatía por el club bilbaíno. Pero la cosa va más allá. El marido de mi tía Mayte, hermana de mi madre, era de Bilbao, pero murió siendo yo muy pequeño, pero me hablaron mucho de él, y mi primo Jose que ya era unos años mayor que yo había viajado ya varias veces a Bilbao y como no, era seguidor del Athletic. El me hablaba mucho de cómo era Bilbao y San Mamés. Pero curiosamente mi verdadera pasión por Bilbao y por el Athletic creció por otro vasco, un vecino nuestro que para nosotros era como de la familia y con el que al pasábamos más tiempo que con nuestros propios tíos. Pepe, nacido en Salvatierra, un pueblo muy cercano a Vitoria, me trasmitió a través de su afición por el Athletic y su afición por las Bilbainadas el cariño a aquella ciudad que no conocía y por extensión a todo Euskadi, pero a Bilbao en especial.
Creo que fue a finales de los 70 o principios de los 80 cuando con Pepe y su mujer Martina, que era de un pueblecito de la provincia de Huelva, San Juan (si mal no recuerdo), y mis padres y mi hermana Sonia, viajaba por primera vez a Euskadi, en concreto a su ciudad, Vitoria, en donde estuvimos varios días, y de allí pudimos ir un día a San Sebastian (que belleza de ciudad). No sería hasta el año 84 cuando por primera vez y con motivo de la celebración de un 1º de Mayo, viajaba a Bilbao con el PSOE del que entonces era militante de las JSE. Eran años aun muy calentitos en Euskadi, pero por fin y aunque solo fuese por unas horitas conocía el Bocho, y podía ver por fuera La Catedral. No volvería hasta 11 años después. Con mi amiga Pilar, por entonces algo más que amiga, nos íbamos durante una semana a Vitoria, y desde allí de nuevo un día a Donosti y otro día a Bilbo. Era el año 95 y recuerdo que estaban construyendo el metro en Bilbao, y entonces gracias a una amable señorita que había en la tienda del Athletic ubicada en el mismo San Mamés, nos dejó entrar un momento para ver el estadio y podernos hacer unas fotos. Para mi fue algo emocionante. Los tres siguiente años y durante la Semana Grande de Bilbao (Aste Nagusia), me fui yo solo a pasarme toda la semana completa allí. Recuerdo que me alojaba en el Hotel Estadio, muy cerca del antiguo San Mamés y de la Terminal de Autobuses. Durante el día me iba a ver los pueblos de Vizcaya, especialmente los costeros, Lekeitio, Elantxobe, Mundaka, Bermeo, Portugalete, o otros de interior como Guernika. O ir a Donosti. Y por la noches a disfrutar de las fiestas, a tomar algo en las txosnas y ver las actuaciones que estuviesen programadas para esa noche en los diferentes puntos de la cuidad, Pergola del Parque de Doña Casilda, Plaza Nueva, Abandoibarra, La Encarnación, El Arenal, etc. . O subir a la atracciones de la feria a Parque de Etxeberria, y como colofón final o como punto y aparte, porque no suelen ser muy tarde, el Concurso Internacional de Fuegos Artificiales, que son espectaculares. Así me tiré tres años seguidos, 96,97 y 98. Despues ya continué yendo con Paco, aunque ya de manera más salteada.
Hace ya más de 6 años que no vuelvo por Bilbao, y fue de pasada volviendo de Donosti que le dije a Paco de parar un rato. Recuerdo que era Semana Grande y que estaban tocando Bilbainadas en la Pergola. Allí nos quedamos un rato escuchándolas, y sin darme cuenta las lagrimas comenzaron a correr por mis mejillas. Llevo a Bilbao muy dentro de mi, puede que por extensión al resto de Euskadi. Decir que he sufrido como un vasco más lo que ha pasado durante décadas en aquella querida tierra sería una frivolidad por mi parte, pero os puedo asegurar que lo he sufrido como si fuese mi propia tierra. En todo este tiempo he conocido gente de uno y otro signo. Vasco que se sentían vasco y españoles, vascos que solo se sentían vascos pero que no estaban de acuerdo con la violencia de ETA, he incluso llegue a conocer a alguno de esos que llamaban cachorros de ETA. La vida es Euskadi no ha sido fácil para la gente de allí, pero si malo ha sido la banda criminal para aquella tierra, también muy malo ha sido el miedo silencioso. Puede que sea comprensible, pero ha sido muy malo y perjudicial, y ha hecho también mucho daño, pero eso es otro tema y me desvía del tema principal. Este próximo fin de semana si Dios quiere y no pasa nada volveré a mi querido Bocho y conoceré el nuevo San Mamés (que ganas), ya que no pude ir a despedirme del antiguo. Volveré a pasearme por sus Siete Calles y si hay ocasión iremos algún pueblo cercano. Hay una Bilbainada que dice, “ Que tiene Bilbao que es un viejo misterio que a todo el que llega atrapa sin remedio, que tiene Bilbao no lo se con certeza, que tiene Bilbao que me ha emanoraó de pies a cabeza”. Pues eso. Fotos: En la primera se me puede ver en el año 96 con el Mercado y Puente de San Antón de fondo. En la segunda posando ante el escudo del Athletic con una camiseta del Madrid en el antiguo San Mamés. En la de más abajo, con Paco en el Aste Nagusia de 2004 con la Ría de fondo. Antonio Armero Rodríguez