miércoles, 29 de enero de 2014

BILBAO, EL ATHLETIC Y YO

Hacía mucho tiempo que no escribía en mi Blog, el del la Peña, la falta de tiempo y de ganas me hizo que le abandonase. Pero mi vuelta a Bilbao, la ilusión de ver el nuevo San Mamés y que muchos amigos míos aun no se explican mis vínculos con el Bocho, me hacen escribir este articulo. En 2004 en un viaje a Alemania conocí a unas bilbainas con las que aun hoy nos una una buena amistad, que cuando empezamos hablar y fueron viendo mi pasión por su ciudad alucinaban. No entendían como un madrileño podía tener esa pasión por su ciudad. Y más cuando en las cervecerías alemanas me ponía a cantar bilbainadas y casi me conocía más que ellas y mejor. Al cabo de los años bromeaban y decían que iban a hablar con Azkuna (Alcalde de Bilbao) para que me hiciese hijo predilecto de la ciudad. Mi relación con el Athletic y con Bilbao, o viceversa, viene desde que era un niño. No me une ningún vinculo sanguíneo, ya que mi padres son madrileños (mi madre ya hace años que falleció), mis abuelos maternos asturianos, y los paternos, la abuela madrileña y el abuelo manchego, es decir que por ese lado nada de nada. Por el lado futbolístico más o menos puede estar claro el que a mi padre además del Real Madrid del que es socio desde hace más de 60 años, siempre le a tirado el Athletic, siempre ha sentido simpatía por el club bilbaíno. Pero la cosa va más allá. El marido de mi tía Mayte, hermana de mi madre, era de Bilbao, pero murió siendo yo muy pequeño, pero me hablaron mucho de él, y mi primo Jose que ya era unos años mayor que yo había viajado ya varias veces a Bilbao y como no, era seguidor del Athletic. El me hablaba mucho de cómo era Bilbao y San Mamés. Pero curiosamente mi verdadera pasión por Bilbao y por el Athletic creció por otro vasco, un vecino nuestro que para nosotros era como de la familia y con el que al pasábamos más tiempo que con nuestros propios tíos. Pepe, nacido en Salvatierra, un pueblo muy cercano a Vitoria, me trasmitió a través de su afición por el Athletic y su afición por las Bilbainadas el cariño a aquella ciudad que no conocía y por extensión a todo Euskadi, pero a Bilbao en especial.
Creo que fue a finales de los 70 o principios de los 80 cuando con Pepe y su mujer Martina, que era de un pueblecito de la provincia de Huelva, San Juan (si mal no recuerdo), y mis padres y mi hermana Sonia, viajaba por primera vez a Euskadi, en concreto a su ciudad, Vitoria, en donde estuvimos varios días, y de allí pudimos ir un día a San Sebastian (que belleza de ciudad). No sería hasta el año 84 cuando por primera vez y con motivo de la celebración de un 1º de Mayo, viajaba a Bilbao con el PSOE del que entonces era militante de las JSE. Eran años aun muy calentitos en Euskadi, pero por fin y aunque solo fuese por unas horitas conocía el Bocho, y podía ver por fuera La Catedral. No volvería hasta 11 años después. Con mi amiga Pilar, por entonces algo más que amiga, nos íbamos durante una semana a Vitoria, y desde allí de nuevo un día a Donosti y otro día a Bilbo. Era el año 95 y recuerdo que estaban construyendo el metro en Bilbao, y entonces gracias a una amable señorita que había en la tienda del Athletic ubicada en el mismo San Mamés, nos dejó entrar un momento para ver el estadio y podernos hacer unas fotos. Para mi fue algo emocionante. Los tres siguiente años y durante la Semana Grande de Bilbao (Aste Nagusia), me fui yo solo a pasarme toda la semana completa allí. Recuerdo que me alojaba en el Hotel Estadio, muy cerca del antiguo San Mamés y de la Terminal de Autobuses. Durante el día me iba a ver los pueblos de Vizcaya, especialmente los costeros, Lekeitio, Elantxobe, Mundaka, Bermeo, Portugalete, o otros de interior como Guernika. O ir a Donosti. Y por la noches a disfrutar de las fiestas, a tomar algo en las txosnas y ver las actuaciones que estuviesen programadas para esa noche en los diferentes puntos de la cuidad, Pergola del Parque de Doña Casilda, Plaza Nueva, Abandoibarra, La Encarnación, El Arenal, etc. . O subir a la atracciones de la feria a Parque de Etxeberria, y como colofón final o como punto y aparte, porque no suelen ser muy tarde, el Concurso Internacional de Fuegos Artificiales, que son espectaculares. Así me tiré tres años seguidos, 96,97 y 98. Despues ya continué yendo con Paco, aunque ya de manera más salteada.
Hace ya más de 6 años que no vuelvo por Bilbao, y fue de pasada volviendo de Donosti que le dije a Paco de parar un rato. Recuerdo que era Semana Grande y que estaban tocando Bilbainadas en la Pergola. Allí nos quedamos un rato escuchándolas, y sin darme cuenta las lagrimas comenzaron a correr por mis mejillas. Llevo a Bilbao muy dentro de mi, puede que por extensión al resto de Euskadi. Decir que he sufrido como un vasco más lo que ha pasado durante décadas en aquella querida tierra sería una frivolidad por mi parte, pero os puedo asegurar que lo he sufrido como si fuese mi propia tierra. En todo este tiempo he conocido gente de uno y otro signo. Vasco que se sentían vasco y españoles, vascos que solo se sentían vascos pero que no estaban de acuerdo con la violencia de ETA, he incluso llegue a conocer a alguno de esos que llamaban cachorros de ETA. La vida es Euskadi no ha sido fácil para la gente de allí, pero si malo ha sido la banda criminal para aquella tierra, también muy malo ha sido el miedo silencioso. Puede que sea comprensible, pero ha sido muy malo y perjudicial, y ha hecho también mucho daño, pero eso es otro tema y me desvía del tema principal. Este próximo fin de semana si Dios quiere y no pasa nada volveré a mi querido Bocho y conoceré el nuevo San Mamés (que ganas), ya que no pude ir a despedirme del antiguo. Volveré a pasearme por sus Siete Calles y si hay ocasión iremos algún pueblo cercano. Hay una Bilbainada que dice, “ Que tiene Bilbao que es un viejo misterio que a todo el que llega atrapa sin remedio, que tiene Bilbao no lo se con certeza, que tiene Bilbao que me ha emanoraó de pies a cabeza”. Pues eso. Fotos: En la primera se me puede ver en el año 96 con el Mercado y Puente de San Antón de fondo. En la segunda posando ante el escudo del Athletic con una camiseta del Madrid en el antiguo San Mamés. En la de más abajo, con Paco en el Aste Nagusia de 2004 con la Ría de fondo. Antonio Armero Rodríguez