jueves, 10 de junio de 2010

COSAS DE MI MADRID ( XV ) / SAN ANTONIO DE LA FLORIDA







En un nuevo capitulo dedicado a la cosas de nuestro Madrid, y aprovechando que dentro de pocos días es mi santo, quiero hablaros de esa festividad tan arraigada a nuestra ciudad, me refiero a San Antonio de Padua

SAN ANTONIO DE PADUA
<< A San Antonio /como es un santo casamentero,/ pidiendo matrimonio,/ la agobian tanto,/ que yo no quiero / pedirle al santo/ más que un amor sincero>>. Así comienza una popular estrofa zarzuelera. Ya saben a quien me refiero, a un santo muy entrañable y querido por los madrileños: San Antonio, y una tradición muy arraigada: la de pedirle un novio. Dicho así resulta muy escueto, pero queda definido. El 13 de junio se celebra del santo portugués, pues allí nació, y, aunque murió en Padua (Italia), no hay nadie que ponga en duda que es <> santo. En dicha fecha era costumbre que las modistillas fueran muy temprano a la ermita de San Antonio - entre las seis y media y las siete de la mañana - a depositar un alfiler en la pila de agua bendita y que luego recogían para pedir al santo que les concediera un novio. Algunas, no contentas con un solo novio, depositaban varios alfileres, que al ir a recogerlos, ya se procuraban que quedaran prendidos en la mano, pues se interpretaba como el numero equivalente de novios y así podían escoger entre varios pretendientes. Muchas iban al grano y pedían directamente un marido. Lógicamente los mozos, que sabían de que iba la historia, también acudían a la ermita para ver a las jóvenes casaderas y poder quedar por la tarde con ellas para ir a la verbena.

ERMITA DE SAN ANTONIO DE LA FLORIDA
Origen e historia
La primera ermita fue construida en 1720 por José de Churriguera y derribada en 1768 debido a la apertura de la carretera de Castilla.
Dos años después Carlos III de España ordena la construcción de una nueva, que a su vez fue derribada por Carlos IV de España.

Construcción
El rey adquirió el Palacio de la Florida, propiedad del marqués de Castel Rodrigo, para construir una finca de recreo. Las obras comenzaron de inmediato, entre 1792 y 1798, abarcando también la construcción de la nueva ermita. Será en este momento cuando la ermita pase a llamarse San Antonio de la Florida. De este palacio sólo se ha conservado la ermita, ya que fue destruido en el siglo XIX con motivo de la construcción de la estación de Príncipe Pío.
Fontana diseñó un edificio neoclásico de planta de cruz griega de gran sencillez, con cúpula con linterna, sobre pechinas.
Pintura
La sobriedad de la arquitectura, tanto interior como exterior, cede el protagonismo a pinturas de Goya. El aragonés, como pintor de cámara, fue el encargado de realizar la decoración de la ermita, trabajo que llevó a cabo en seis meses, entre agosto y diciembre de 1798.
En la bóveda del ábside representó a la Adoración de la Trinidad. Sobre la cornisa recorren los paramentos del templo querubines y ángeles femeninos que sostienen cortinajes.
Pero sin duda, la parte más espectacular son las pinturas de la cúpula, donde está representado uno de los milagros de San Antonio de Padua, en el que trasportado por ángeles a Lisboa, por la gracia divina hace que un difunto conteste a las preguntas del juez y confirme la inocencia del padre del santo, quién había sido acusado del crimen. La obra tiene 6 metros de diámetro.
Las figuras del difunto, los padres del santo y el propio santo sobre una roca están distribuidas por la cúpula. Cerca del óculo se aprecia paisaje, consiguiendo la ilusión de estar a cielo abierto.
El pueblo de Madrid observa el milagro: majas, chisperos, caballeros embozados... charlan o miran atentamente, apoyados en la barandilla que recorre la base de la cúpula, consiguiendo grandes dosis de realismo, tanto por la perspectiva como por la viveza con la que están representados.
Para la elaboración de estos frescos, Francisco de Goya recibió la colaboración de su ayudante Asensio Juliá.
Panteón
A los pies del presbiterio se encuentra el panteón del pintor, en la que se conserva la lápida que tuvo en el cementerio de Burdeos, ciudad en la que falleció. Junto a él está enterrado Martín Miguel de Goicoechea, su gran amigo. El 29 de septiembre de 1919 fueron enterrados juntos, para evitar un posible error en la identificación de los restos mortales. El cuerpo de Goya carece de cráneo, pues probablemente fue separado del tronco para la realización de análisis frenológicos.
Protección cultural
El 1 de abril de 1905 fue declarada Monumento Nacional. Estuvo abierta al culto hasta 1929, año en que se trasladaron los oficios a un edificio gemelo construido a tal efecto por el arquitecto Juan Moya. A partir de entonces se convierte en museo, propiedad de Patrimonio Nacional, aunque su custodia fue cedida al Ayuntamiento de Madrid, que lo gestiona desde 1987.

Los datos han sido obtenidos de Wikipedia.

10 de junio de 2010
Antonio Armero Rodríguez.


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