El pasado lunes día 25 la banda terrorista ETA colocaba una carga de explosivos en la Casa del Pueblo de la localidad guipuzkoana de Lazkao. La sede de los socialistas de aquella localidad quedaba seriamente dañada, así como las viviendas colindantes. Por fortuna no hubo ninguna víctima,y ya nos parece que cuando esto sucede como que casi no es un atentado, y nos equivocamos, pues a mucha gente de cierto modo le puede destrozar la vida y eso es lo que le paso a Emilio Gutierrez, un joven de la localidad al cual le destrozaron el piso que estaba arreglando para una vez casado con su pareja irse a vivir allí. Cuando este tipo de acciones tiene lugar, estamos acostumbrados a la pasividad de la gente ante estos hechos, pero en esta ocasión nos encontramos con que Enrique llevado por la rabia que le provocaba que la casa que estaba preparando con tanta ilusión para vivir con su novia fuese destrozada por la banda asesina, reacciono con violencia sobre una sede de los que dan apoyo a los asesinos y provisto de una maza les destrozo la sede. Puede que la acción se reprochable, el ojo por ojo que pronunciaba el quizás no sea la forma mas inteligente de enfrentarse a los asesinos, pero visto desde el punto de vista humano, es entendible la reacción, y yo la entiendo y la apruebo,¡que coño!, a veces pienso que si yo viviera en Euskadi ya estaría muerto, por que no les pasaria una a los complices de ETA. Inmediatamente el chaval a tenido que abandonar su localidad por las amenazas que ya ha recibido por parte de los asesinos y sus complices, y la gente del pueblo presa del miedo o de la cobardía (el miedo es libre) en vez de manifestarse en apoyo de Enrique, callan y con su silencio dan alas a los bastardos. Si en Euskadi hubiesen más Enriques, ETA hace tiempo que hubiese dejado de existir. Y haberlos seguro que los hay, se vio cuando la muerte de Miguel Angel Blanco, pero por desgracia aquello fue flor de un dia. Cuando escribo sobre estas cosas siempre me gusta aclarar que no tengo nada contra la gente que en aquella tierra tiene una forma de pensar y una ideología distinta dentro de la cual persiguen la independencia de Euskadi, puede ser que no la comparta pero la respeto profundamente, es más, si atraves del dialogo y la politica, más la decisión del propio pueblo vasco lo consiguiera, pues habría que aceptarlo y punto, pero lo que jamas voy a aceptar s la violencia y los métodos de los asesinos. Repudio la violencia y a los mierdas que apoyados tras los métodos de la banda encima se hacen los dueños de estas localidades amedrentando a los que no piensan como ellos. Y encima, algunos que sin irles ni venirles el tema, pues ni son vascos ni han vivido un sentimiento independentista (yo no soy vasco, pero he vivido aquella tierra como propia por diferentes circunstancias), les da apoyo, quizas por desfogarse de sus propias miserias o por que llevan la violencia en la sangre, pero esos se deberian encontrar algun dia con que un atentado de la banda le pillara de lleno a el o mejor a alguien de su familia, para que probaran su propia medicina. No se que pasara al cabo de la jornada electoral que se esta desarrolando en el día de hoy en Euskadi, pero esta claro que se necesita un cambio, y que quizas alla llegado la hora de los valientes, que gente como Enrique no se deje avasallar y hagan frente a los asesinos y sus complices. Si Enrique,¡ con dos cojones ! ojala hubiesen mucho como tu, aunque no sea lo políticamente correcto.
1 de marzo de 2009
Antonio Armero Rodriguez
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