Séptimo capitulo dedicado a personalidades que han sido importantes en la historia de nuestro país. En esta ocasión os quiero hablar del político Julián Besteiro.
JULIAN BESTEIRO
nace en Madrid el 21 de septiembre de 1870. Besteiro fue político y Catedrático.
Julián Besteiro es hijo de un comerciante de origen gallego, a los nueve años ingresa en la Institución Libre de Enseñanza, creada por Giner de los Ríos tres años antes. Entre sus compañeros de clase figuran Fernando de los Ríos y Antonio Machado.
En 1888 comienza sus estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid. En 1895 consigue el doctorado. En su etapa universitaria conoce a Nicolás Salmeron y entre en contacto con las juventudes republicanas.
En 1896 marcha a Francia a continuar sus estudios en la Universidad de la Sorbona.
En marzo del 1897 consigue la cátedra de Psicología, Lógica y Ética del Instituto de Orense.
Ejerce la docencia entre 1899 y 1908 en Toledo.
Política.
En 1903 ingresa en Unión Republicana, la cual había sido fundada ese mismo año por Nicolás Salmeron y Alejandro Lerroux. El 8 de noviembre de ese año es elegido concejal del Ayuntamiento de Toledo.
En 1908 pasa a formar parte del Partido Republicano Radical.
Su actividad contra la guerra de Marruecos le llevo a la cárcel donde conoció a Andrés Saborit, a través del cual solicito y obtuvo el ingreso en el PSOE y en la UGT.
En 1913 es elegido concejal por el Ayuntamiento de Madrid. En 1914 era vocal del Comité Nacional de la UGT, y en el X Congreso del PSOE fue vicepresidente del Comité Nacional del partido.
El 9 de agosto de 1917, la UGT convoca una huelga general revolucionaria que no obtiene los resultados esperados y Besteiro, junto a lo demás componentes del comité de huelga , es juzgado por un tribunal militar y condenado a cadena perpetua, siendo trasladado al penal de Cartagena.
En 1918 todos los componentes del comité de huelga fueron elegidos diputados en las elecciones celebradas ese año y son liberados tras una impresionante campaña en su favor.
Miembro de las comisiones ejecutivas de la UGT y del PSOE DESDE 1914, en 1925 sucede a Pablo Iglesias al frente el PSOE.
El 14 de julio de 1931, recién proclamada la II Republica, Besteiro es elegido presidente de las Cortes Constituyentes. Abandona la presidencia en 1933, habiendo sido muy alabada su función por toda la cámara.
Dentro de su línea moderada, se mantuvo al margen de la progresiva radicalización del PSOE, que llevo a la revolución de octubre de 1934 en Asturias, a la que siempre se opuso en el interior del partido.
Estalla la guerra civil y Besteiro vuelve al ayuntamiento madrileño como presidente del llamado Comité de Reforma, Reconstrucción y Saneamiento de Madrid.
En los momentos más difíciles del cerco de Madrid, cuando el gobierno de la Republica se traslada a Valencia se niega a abandonar la ciudad, que en las elecciones de febrero de 1936 le había elegido diputado por más de 224000 votos.
En mayo de 1937, Azaña, presidente de la Republica, le designo embajador en la coronación de Jorge VI de Inglaterra, con la misión de sondear los medios internacionales con vistas a una paz negociada. Para ello se entrevisto con Eden y Blum, gestiones que no obtuvieron resultados concretos.
En agosto de 1938 y viendo el giro negativo de la contienda, Besteiro se muestra receptivo a aceptar responsabilidades políticas y pasa a formar parte del Consejo Nacional de Defensa.
El 28 de marzo de 1939, Besteiro, en calidad de Consejero de Asuntos Exteriores del Consejo casadista, ya enfermo, es detenido en los sótanos del actual Ministerio de Hacienda, donde tenía su despacho, donde prácticamente vivía y desde donde se dirigía frecuentemente por radio a los madrileños. Sometido el 8 de julio de este año a un consejo de guerra por el Ejército sublevado, fue condenado a treinta años de prisión. Tras un breve paso por varias cárceles madrileñas es trasladado finalmente a la de Carmona (Sevilla) donde a pesar de las penosas circunstancias en que se encontraba demostró una enorme dignidad, allí murió debido, al parecer, a una septicemia y a las deficientes condiciones carcelarias.
12 de octubre de 2009
Antonio Armero Rodríguez
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