Hace mucho tiempo, las direcciones de los partidos, solían nombrar a los candidatos a las diferentes elecciones que se celebraban en nuestro país (Generales, Autonómicas, Municipales, etc.). Pero desde hace ya varias legislaturas, se ha puesto de moda que cualquier miembro de un partido, se pueda presentar a cualquier elección, con lo cual, si hay más de dos aspirantes, se procede a una elección por parte de los militantes de ese partido para elegir al candidato idóneo a esas elecciones, este proceso es lo que se llama "Primarias". En el Partido Socialista, y en lo que se llama "La batalla por ganar Madrid", se lleva tiempo intentando buscar el candidato idóneo para dar batalla a Gallardón y Aguirre. Pero en pocas ocasiones, la dirección del partido a nombrado un candidato (el apoyo de Zapatero a Jiménez no es oficial), y si ha habido en diferentes ocasiones, la presentación de dos o más candidatos para ser las cabezas de lista a las elecciones Municipales y Autonómicas. Y aquí, me surge la primera cuestión,¿que le mueve a un candidato a presentarse a la alcaldía o a la presidencia de una comunidad autónoma?. La respuesta lógica, seria, que se ve capaz de afrontar ese cargo y hacer lo mejor posible por su ciudad o comunidad, eso seria lo lógico. Pero cuando les vemos entrar en la disputa por ganar las Primarias, y les vemos actuar y hablar, a uno le entran las dudas. Por que viéndoles tan agresivos con sus rivales y con tanta ansiedad por obtener el puesto, uno se pregunta si ese interés no será personal, y no por el bien del colectivo. En esas disputas, suele salir muy mal parada la imagen del partido (y me refiero al PSOE, que es el que me interesa). Entonces, me pregunto, ¿no seria mejor que el partido presentase un candidato y así evitar esas disputas?. Se que seria coartar la libertad del individuo para poder presentarse a un cargo, pero cuando el dicho individuo huele a protagonismo propio, la cosa debería cambiar (pongamos por ejemplo a Tomas Gómez). Dicho esto, creo que el PSOE no gana en Madrid por esos intereses personales que existen en la FSM desde hace años. Ni a Trinidad Jiménez, ni a Tomas Gómez (a esté menos), les veo como rivales para arrebatarle la alcaldía a Gallardón. En cambio, si veo a Lissavetzky como un firme candidato para dar batalla a la extremista Esperanza Aguirre, eso, si no nos salen otro Tamayo o otra Sáez. En fin, que gane el que de verdad tenga un proyecto serio para Madrid, y que luego en las elecciones Municipales y Autonómicas, los madrileños sean inteligentes y voten en consecuencia (aunque lo dudo).
6 de septiembre de 2010
Antonio Armero Rodríguez
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