miércoles, 16 de septiembre de 2009

MIS AMIGOS Y SUS COSAS


Joder! estáis que lo tiráis, en un mismo día recibo dos artículos para poner en la sección. Después del de Adolfo sobre Stallone, me llega este de mi amigo Alberto, el cual me manda este escrito que hizo hace un par de años cuando solo tenia 15 añitos. La verdad es que el cabronazo me ha emocionado. Los que mas o menos pensáis ideologicamente como yo seguro que os emocionáis. Leedlo.

QUE PERDURE EN LA MEMORIA


Nacido ya en democracia
aún escucho las historias,
los recuerdos, las memorias
de aquéllos que no se olvidan
de esos fieles luchadores,
defensores de la paz,
que murieron proclamando:
¡República, libertad!

Y ese grito libertario
fue acallado por fascistas,
que deseaban ver su sangre
y sonreír mientras morían.

Mientras morían sus cuerpos
y se apagaban sus ojos,
y se desvanecía por dentro
la ilusión de un sueño roto.

Y llegó el fin de la guerra,
mas también de la razón.
¡Por fin resurgió ya España!
¡Grandeza, unidad! Horror…

¡Decenas de años de paz,
de libertad de expresión!
¡Ciudadanos con derechos!
Mentiras impuestas, dolor…

Fueron años de tragedia,
de violencia y opresión,
donde el miedo era constante,
y pensar lleva a prisión

Y limpiaron nuestra tierra
de los rojos criminales,
que en vez de robar, pensaban,
defendían sus ideales.


Mas igual de malo es
un delincuente que roba
que un rojo humilde y honrado,
que la libertad añora.

Mucha gente dio su vida
porque perdure en el tiempo
lo sufrido aquellos años,
la crueldad de aquel momento.

Por la herencia que nos dejan
con su sudor y sus manos,
para nosotros son héroes,
entonces eran villanos.

Por eso admiro a esa gente,
por dejarme ese legado,
por pensar, creer, morir,
y por tanto haber luchado.

No dejemos que su sangre
fuera derramada en vano.
¡Hasta siempre camaradas!
¡Hasta siempre, mis hermanos!

Alberto Herreras Ruiz.

Simplemente, genial. Para que luego digan de nuestros jóvenes.

16 de septiembre de 2009

1 comentario:

Unknown dijo...

Es de la pocas veces que comento mi blog, pero lo hago para quitarme el sombrero (aunque los fachas decian que lo rojos no usabamos tal prenda) ante esta maravillosa poesia de Alberto. ¡Chapeau!.